No todos los días se tiene la posibilidad de pasear por las copas de los árboles en una selva tropical. Así que, sin pensarlo demasiado, decidimos hacer una excursión al Parque Nacional de Kakum, cuya principal atracción es precisamente su famoso canopy walkway.
El Parque Nacional de Kakum está a 30 km de Cape Coast. Es muy fácil y barato llegar en trotro pero nosotros decidimos negociar con un taxista que nos esperaría mientras hacíamos la visita. Llegamos en menos de 45 minutos y después de pagar los 2 cedis por acceder al parque nos dirigimos al centro de visitantes.
Allí te informarán de las diferentes actividades que ofrecen: caminatas de diversa duración, observación de aves e incluso existe la posibilidad de dormir en un árbol. Te dejo el enlace del parque para que veas las diversas opciones que tienes y sus tarifas.
Nos hubiera gustado dormir allí pero no teníamos tiempo, así que nuestra visita se limitó a hacer el Canopy Walkway.
La entrada para el Canopy Walkway cuesta 60 cedis (unos 13 euros). La actividad más cara que hicimos en Ghana.
Del centro de visitantes se accede a una zona donde hay un restaurante y un par de tiendas de souvenirs, sin duda es un sitio muy turístico. En ese punto nos estaba esperando una guía para acompañarnos a hacer el recorrido, no se puede ir solo.
La guía era una señora muy simpática y divertida, nos dio una pequeña charla de las características del parque. Hay animales en peligro de extinción, una gran variedad de mamíferos y aves y más de 500 especies de mariposas. También hay elefantes, pero no te emociones , no los verás en esta zona.
Tras la explicación y un breve paseo llegamos a las pasarelas. Son siete puentes colgantes y seis plataformas. El recorrido total es de 350 metros y la altura a la que están situados va desde los 11 metros a los 40 metros.
Menos mal que el recorrido es corto (una media hora) porque (aquí hablo en primera persona) no pasé más miedo en toda mi vida. Fue curioso porque los tres que íbamos tenemos vértigo y solo yo lo pasé fatal. Mi hijo curiosamente disfruto muchísimo y le encantó la experiencia. ¿Será que todo está en la mente?
Mientras caminaba por las pasarelas tenía la sensación de que en cualquier momento me iba a precipitar al vacío. Los tablones se movían hacia abajo y las cuerdas se zarandean hacia los lados. Fue una descarga de adrenalina bestial, lo cierto es que luego me sentí muy bien. Superar miedos es una de las grandezas que aporta viajar¿no crees?
El paisaje desde las pasarelas es simplemente espectacular.
Después de hacer el canopy walkway, el camino de regreso lo puedes recorrer solo, sin necesidad de que te acompañe un guía. Necesitábamos hidratarnos, hacía muchísimo calor y que mejor que tomarse un rico coco.
Muy contentos y satisfechos por la experiencia vivida, buscamos a nuestro taxista … nos esperaba Cape Coast.